Grita al mundo, que oigan bien tu voz,
y vuelve a sentir que nadie ha escrito tu guión.
El día que no puedas más,
y ya no aprendas del error,
no te pares sin saber por qué.
Que cada paso que no das,
reafirma siempre la cuestión,
que nuestra vida sólo es de alquiler.
Grita al mundo, que oigan bien tu voz,
y vuelve a sentir que nadie ha escrito tu guión.
Al fin y al cabo hay que pensar,
que el tiempo no pierde valor,
por mucho que no entiendas la lección.
Si no lo acabas de creer,
escucha y presta atención,
vive el día siempre a contrapié.
Grita al mundo, que oigan bien tu voz,
y vuelve a sentir que nadie ha escrito tu guión.